La primera edición de esta obra (2006), inicialmente popular, pronto fue criticada debido al fracaso de sus teorías al intentar ponerlas a la práctica en escuelas e institutos. La versión actualizada de 2016 revisa estas dificultades explicándolas como interpretaciones equívocas de sus teorías y presenta una guía, paso a paso, para obtener resultados.  

En los primeros capítulos la autora establece los dos conceptos claves de su teoría: “la mentalidad fija” y “la mentalidad de crecimiento” que en los capítulos siguientes aplicará a los mundos académico y deportivo, al ámbito empresarial, así como a las relaciones personales. En los últimos capítulos define la importancia de los roles de padres, maestros y entrenadores, y finalmente presenta el plan detallado para reconocer la mentalidad fija, identificar eventos que la generan, y la mejor forma para adquirir y mantener una mentalidad de crecimiento. 

La mentalidad fija se manifiesta en la creencia de que, o bien tenemos inteligencia y talento, o bien no los tenemos (nosotros y quienes nos rodean). Esta forma de pensar conlleva a juzgar las situaciones de forma rigurosa, etiquetando con adjetivos que no permiten puntos medios o tonos grises. 

En cambio, la mentalidad de crecimiento es la convicción de que el esfuerzo, el aprendizaje y el entrenamiento pueden cambiar las condiciones innatas de los individuos y desarrollar habilidades y talentos en ellos; de esta manera los eventos (positivos o negativos) se entienden como parte del proceso de mejoramiento personal. 

Desde muy temprano en la vida se manifiestan esas mentalidades o se aprenden esas creencias de las personas mayores que con su ejemplo refuerzan las reacciones ante los eventos cotidianos; de ahí la responsabilidad de padres, maestros, entrenadores y líderes de equipos de trabajo. 

Las mentalidades pueden convivir en un individuo y salir a flote en diferentes momentos, al enfrentarse a retos, obstáculos, fracasos, críticas y competencia, ya sea en el terreno profesional o personal.  

La mentalidad de crecimiento enriquece al individuo y a su círculo inmediato permitiéndole aprender de los errores, ser flexible con sus metas y trabajar hacia ellas valorando el esfuerzo y apreciando el resultado. 

Aunque la autora desde las primeras páginas advierte que no es un libro de autoayuda, al final de cada capítulo ofrece temas de reflexión y actividades con el fin de entender y poner en práctica los conceptos. 

Se extraña la referencia a algunas situaciones de mucha actualidad, como la de la comunidad LBGTIA, que experimentó de primera mano y por años la mentalidad fija de las familias, escuelas y de la sociedad en general.  

En el capítulo dedicado a los negocios, los ejemplos citados de organizaciones exitosas después de 15 años solo tienen valor histórico de lo que se pensó eran modelos exitosos. Parece forzada la aplicación de las teorías de la escritora acerca del desempeño de las corporaciones y fundaciones en un mundo globalizado, pues desconoce factores adicionales que las afectan. 

El libro se queda corto en el análisis del origen y manejo del acoso (bullying) que ocurre desde la escuela elemental hasta la formación universitaria.  

De igual manera hay una sección sobre el cerebro que requeriría revisión a la luz de las últimas investigaciones y descubrimientos. 

El capítulo dedicado a los deportes es excesivo: es particularmente evidente que el entrenamiento, el esfuerzo, aprender de los errores y tener un grupo de crítica constructiva lleva al éxito; todos postulados de la mentalidad de crecimiento. 

Lo importante de este libro es que aporta una herramienta de interpretación de nuestro comportamiento y el de las personas que nos rodean y ofrece una alternativa de mejoramiento. 

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Referencias: 

  • Carol S. Dweck 
  • Psicóloga egresada de Barnard College es doctora de Yale University.  
  • Atualmente es docente e investigadora en Stanford. 
  • https://profiles.stanford.edu/carol-dweck.